domingo, 31 de mayo de 2015

U2_Reflexión AC

Es cierto que todas estás técnicas de aprendizaje cooperativo, son semi nuevas para mi. Gracias a una compañera, las he descubierto hace unos meses ¡ni de broma lo hubiera imaginado a principio de curso! A través de unas sesiones de formación nos explicó en qué consisten, sus increíbles ventajas y nos proporcionó material y técnicas para emplear en el aula. He ido entendiendo en qué consisten y paulatinamente he intentado introducir alguna de ellas en mi clase, ya que, desde luego, no se consigue (ni de lejos) de la noche a la mañana, es un proceso, puede que costoso, pero según dicen, da unos resultados excelentes...así que, ¿porqué no probarlo? 

Como docentes, tenemos que estar preparados y enterados de esta metodología de trabajo, y progresivamente, enseñar al alumnado a trabajar en grupo. Para ello, podemos introducirles utilizando alguna técnica de cohesión de grupo. Desde luego, que las primeras clases y momentos de trabajo y AC son un poco duras, sobretodo para el profesor. Mucho ruido, voces, muchos niños hablando a la vez,... pero poco a poco, podemos apreciar que todo ese "follón" inicial, se traduce en trabajo y en unos resultados excelentes, en las que podemos apreciar que los compañeros se ayudan y nosotros a la vez, podemos echar una mano a aquellos alumnos que necesiten nuestro apoyo extra.

Tal y como he comentado, no he trabajado demasiado en este aspecto. He empleado alguna vez la técnica de "lápices al centro"  o "tres minutos" para llevar a cabo alguna tarea y poco más, no soy gran experta. Imagino que con el tiempo y el empleo de diversas técnicas, iré aprendiendo, corrigiendo errores y apuntando éxitos. No me quiero lanzar a llevar a cabo numerosas técnicas a lo "loco¨", considero que hay que tomárselo con calma y cautela y analizar cada situación para emplear la mejor metodología en cada caso. 

Es fundamental, conocer a cada alumno para formar los grupos de trabajo correctos y adecuados, no juntarles sin razón. Personalmente, en mi clase tengo 19 alumnos y alumnas y les he juntado en grupos de cuatro y tres personas, totalmente hetereogéneos (para mi es una de las riquezas de esta técnica), cada uno puede aportar su granito de arena distinto, eso enriquece al grupo, y de hecho, cada miembro tendrá un rol que desempeñar. Por otro lado, a la hora de evaluar mis actividades, me he inclinado por el momento, en tener en cuenta el rendimiento y el resultado grupal pero también observar a cada miembro individualmente.

¿Los resultados de estas técnicas? Han sido buenos. He podido observar que, a parte de lograr los objetivos que se proponían las actividades, los miembros de cada grupo, han trabajado adecuadamente y se han ayudado, cuestiones que me gratifican a partes iguales.

En definitiva, aunque no pueda ofrecer muchas más opiniones debido a mi corta experiencia en este tema, con lo que he podido experimentar, hasta ahora, me parece un gran acierto utilizar el AC en el aula. Veo a mis alumnos más motivados y dispuestos al aprendizaje, además, de lograr cuestiones académicas, también se fomenta la interacción social, y eso me parece muy positivo, sobretodo para ciertos alumnos.


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